A medida que el automovilismo iba ganando en popularidad, la competencia y los intereses creados sobre la disciplina aumentaban considerablemente. Los coches evolucionaban notablemente y la velocidad aumentaba cada vez más, pero algo que en un principio había quedado de lado era la preparación de los pilotos-copilotos a la hora de afrontar la competición.
La tecnología ha alcanzado tal desarrollo que hoy en día los pilotos viven para correr y toda su vida se basa en ello. A diferencia del pasado, los corredores ahora viven entrenándose tanto físico como mentalmente para poder soportar las condiciones a la cual se encuentran expuestos a la hora de sentarse en el baquet de un coche de rally.
Son muchas las razones por las que el cuerpo del deportista tiene que estar bien preparado, ya que la posición del manejo no es la que habitualmente usamos, las dimensiones son más reducidas que las de un vehículo convencional, la postura de brazos y piernas para maniobrar con el volante, las altas temperaturas a ñas que se somete el cuerpo dentro del mono, aceleraciones y desceleraciones, y mucho menos está acostumbrado al casco y disminución en el movimiento de la cabeza debido al hans.
Por todas estas razones es fundamental que el deportista trabaje, todos estos aspectos, tenga la edad que tenga, asi como la modalidad de deporte de motor que practique.
En la actualidad, es muy común recurrir a personal especialidad o formado para llevar a cabo estas labores de asesoramiento.
Por eso recomiendo, a todo aquel que quiera mejorar su rendimiento o sentirse mejor consigo mismo cuando practica el deporte que ama, que se prepare física y mentalmente. Los resultados no se hacen esperar.
Ana Suárez.
Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Copilota de rallyes.
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